viernes, 19 de julio de 2013

Vikingos en América, nueva evidencia

Recientes excavaciones en la zona han puesto de manifiesto que los Vikingos exploraron amplias zonas de la costa, tal y como demuestran dos piezas de jaspe procedentes de Notre Dame Bay, a 230 Km de distancia de su colonia en Canadá.


Las excavaciones arqueológicas en Terranova demuestran que casi cinco siglos antes de la llegada de Colón, ya existía una colonia vikinga en L’Anse Aux Meadows (Canadá). Recientes excavaciones en la zona han puesto de manifiesto que los escandinavos exploraron amplias zonas de la costa, tal y como demuestran dos piezas de jaspe (una roca silícea similar al sílex) procedentes de Notre Dame Bay, a 230 Km, que fueron utilizadas como encendedor (por percusión con hierro, como los eslabones romanos). 

También se piensa que en esos viajes tomaron contacto con las tribus indígenas de la zona, los Beothuk.

Los Beothuk vivían al Norte de Terranova, Canadá. En 1497, cuando llegaron los colonos europeos, se cree que eran entre 1.000 y 5.000, pero disminuyeron a 400 en 1768, y el último miembro de la tribu, Shanawdithit, murió en 1829.

Fuente: Archaeology.org




Tumbas de "vampiros" en Polonia

Una cuadrilla de obreros descubrió una curiosa tumba con cuatro esqueletos cuando trabajaba en la construcción de una carretera en la ciudad de Gliwice, en el sur de Polonia.

Cuando un equipo de arqueólogos e historiadores se acercaron al lugar para analizar el contenido del sitio funerario se dieron cuenta de que no se trataba de un entierro común: los cuatro cuerpos habían sido decapitados y enterrados con la cabeza entre las piernas.

Esta práctica era común en la Edad Media para acabar con los supuestos vampiros. Otro método que usaban era colgarlos de una horca hasta que el cuerpo se pudriese y finalmente se separase de la cabeza. Según las creencias populares, enterrar al supuesto vampiro con la cabeza entre las piernas servía para evitar que se levantara de su tumba y regresara en busca de sangre al mundo de los vivos.



Aún no se sabe cuándo fueron enterrados los cuatro cuerpos. Como no estaban acompañados de ninguna clase de utensilio, la tarea de determinar las fechas en que fallecieron es más compleja. ”Es muy difícil precisar cuándo se llevaron a cabo estos entierros”, le dijo al periódico polaco Dziennik Zachodni el arqueólogo Jacek Pierzak, quien trabajó en el sitio.

Los restos ya fueron enviados a un laboratorio para ser analizados, pero las estimaciones iniciales apuntan al siglo XVI. El hallazgo de las llamadas tumbas de vampiros no es un fenómeno extraño en el este de Europa.
El año pasado, arqueólogos en Bulgaria hallaron dos esqueletos medievales atravesados por el pecho con dos varas de hierro. Se trata de una costumbre pagana común en algunos pueblos hasta hace un siglo, para impedir que los muertos se convirtiesen en vampiros. En ese país ya se han encontrado cerca de 100 “tumbas de vampiros”.


Según el arqueólogo Petar Balabanov, quien descubrió en 2004 seis esqueletos con clavos en un sitio en la ciudad de Debelt, en el este de Bulgaria, estos ritos paganos también se practicaban en Serbia y otros países balcánicos. Las leyendas de vampiros forman parte importante del folclore de la región.

Fuente: BBC